Signos Bifrontes

Dice Rama, Las ciudades despliegan suntuosamente un lenguaje mediante dos redes diferentes y superpuestas: la física que el visitante común recorre hasta perderse en su multiplicidad y fragmentación, y la simbólica que la ordena y la interpreta, aunque solo para aquellos espíritus afines capaces de leer como significaciones los que no son nada más que significantes sensibles para los demás, y merced a esa lectura reconstruir su orden. Hay un laberinto de las calles y un laberinto de los signos. En ambos sentidos la ciudad desarrolla -y reproduce- una gramática: "toda ciudad puede parecernos un discurso que articula plurales signos-bifrontes de acuerdo a leyes que evocan las gramaticales".



(Ángel Rama, La Ciudad Letrada, Ed. Siglo XXI, 2003)

martes, 8 de mayo de 2012

Reencarnación antes de morir


Maira Jaramillo     

 No hay por qué morir para poder reencarnarnos en otro ser, y cuando digo ser, me refiero tanto a un ser humano, como a un animal o una cosa. Pues, ¿quién sabe si un lápiz siente o piensa?, ¿quién es realmente capaz de afirmar que las cosas no tienen corazón, o no tienen de que quejarse? A caso solo porque no somos capaces de prestar atención a cosas pequeñas e insignificantes ante nuestros ojos, o simplemente porque nos criaron para pensar de una manera determinada, ¿es símbolo de que claramente no hay más vida que la nuestra? Que equivocados estamos, pues somos nosotros mismos los encargados de dar vida a todo aquello que carece (según nosotros) de esta. Hay quienes no creen en la “reencarnación”, y es respetable, pero hay quienes si creemos en que nuestras almas volverán a “ser” lo que un día dejen de ser y así pues quien sabe, llegar a alcanzar la perfección.
      Sí, porque, quienes no saben la reencarnación apunta a la perfección, se dice que al morir abandonaremos nuestros cuerpos, pero que nuestras almas se introducirán (encarnación) en otro cuerpo, en otro ser y así volverán a nacer en esta tierra, con el fin de pagar los pecados cometidos en la pasada vida o bien recibir los premios merecidos por ser una buena persona. El alma evoluciona, cambia, se transforma, posee una capacidad grandiosa, tanto así que lucha inconscientemente por alcanzar eso, la perfección.
      Pero bien, tomaremos aquí la rencarnación desde otro punto de vista, no menos interesante, al contrario, una nueva forma que no todos han analizado y que de hecho hasta aquellos que no creen en esta podrían hacerlo. Llegamos al punto de conocer como alguien es capaz de introducirse en un conejo, y más aún, en un conejo de peluche, sentirse peluche, sentirse conejo, transformarlo, dar vida, pues sí, nosotros damos vida tal como nos la dieron a nosotros. ¿Interesante no? Ah lo olvidaba, introduce su ser en un conejo sin ni siquiera tener la necesidad de morir para hacerlo. Entonces vemos como el ser humano si posee un poder sobrenatural, y es el de vivir dentro de algo, es el de otorgar vida, cambiando un mundo, dándolo vuelta por completo. Ven como el universo conspira en algún momento de nuestras vidas para darnos un papel fuera de todo lo normal y nos da en nuestras propias mentes un privilegio no deseado. Entonces, esto va así…
      Ese alguien de quien hablé anteriormente comienza por una pregunta y esta es ¿Puedo dar vida a un ser que no la tenga?, pues bien, a partir de esto va detrás de una respuesta, elige un objeto cercano, algo que se encuentre en su propia habitación, y entonces se encuentra con este conejo de peluche, lo mira detenidamente, está ahí, en un rincón, lo observa horas y horas, hasta que de pronto logra conectarse con él, de a poco se inserta dentro del, y es entonces cuando comienza a sentirse un conejo de peluche, pero aquí surge una nueva pregunta ¿Cómo puedo dar vida, y que todos sepan que el conejo de peluche siente, expresa y vive de alguna forma?, respuesta fácil para ese alguien, a través de un arte. Un arte que no todos logran ver el mensaje real, un arte que muchas veces no pasa del comentario usual “Ah que lindo”, “Oh no que horrible, eso es muy feo”, ese alguien elige demostrar y dar vida a ese conejo a través del Dibujo.
      Así comienza una búsqueda, un encuentro continuo, un cambio, una caracterización, una transformación, una creación perfecta, un arte que sin duda significa mucho para su propia construcción. Y entonces dice, bueno comenzaremos dibujando el peluche con todos sus ángulos, frontal, de espaldas, de lado y para el otro y así, hasta que podamos reflejar cada uno de sus lados. Una vez hecho esto, los analiza y dice ¡Vive!, pero ¿Por qué piensa esto? Bien, ¿Cada uno de nosotros no tenemos muchos ángulos distintos?, ¿Nosotros cuando nos retratan o nos dibujan a caso no mostramos expresiones si ni siquiera hablar? Claro que si, ese peluche, que ese alguien ha plasmado en una hoja de papel, puede ser tan igual que cada uno de nosotros, tiene una expresión, según la visión de cada uno, y entonces ahora aquella persona comienza a darle un sentido, y dice “Quiero ver un peluche de conejo enojado”, y entonces se introduce nuevamente en ese objeto, lo siente dentro de sí mismo y entonces lo dibuja, esas pequeñas facciones que le cambia son las que van otorgándole vida y así ese alguien juega, lo maneja a su antojo y tiene el poder de alegrar al conejo, de entristecerlo, hacerlo enojar, hacerlo sentir viejo o nuevo, etc. El dibujo es un modo de renacimiento, de volver a ser un alguien, un ser que no soy, y que no necesito morir para ser tampoco, el dibujo tiene un fondo profundo, más que una forma linda o fea, no es vulgar, es potente, abre perspectivas, es subjetivo, cada uno puede darle un sentido diferente, pero abre mentes, hace vivir, como al peluche, tiene un contenido que es importante conocer para entenderlo. No es algo básico ni mucho menos “fácil”, es un lenguaje, y de aquellos que como dije dan vida.
      Sin duda el dibujo es sinónimo también de la reencarnación, viéndola desde el punto de vista expuesto. Hay un “ser” que quiere convertirse en otro “ser”, hay vida, hay cambios, hay alma, hay corazón, hay arte, perfección, lenguaje, transformación, poder, hay una mezcla perfecta, hay ese toque de delicadeza, no sobra ni falta más. Si vives, haz vivir a quienes no pueden. 



No hay comentarios:

Publicar un comentario