Signos Bifrontes

Dice Rama, Las ciudades despliegan suntuosamente un lenguaje mediante dos redes diferentes y superpuestas: la física que el visitante común recorre hasta perderse en su multiplicidad y fragmentación, y la simbólica que la ordena y la interpreta, aunque solo para aquellos espíritus afines capaces de leer como significaciones los que no son nada más que significantes sensibles para los demás, y merced a esa lectura reconstruir su orden. Hay un laberinto de las calles y un laberinto de los signos. En ambos sentidos la ciudad desarrolla -y reproduce- una gramática: "toda ciudad puede parecernos un discurso que articula plurales signos-bifrontes de acuerdo a leyes que evocan las gramaticales".



(Ángel Rama, La Ciudad Letrada, Ed. Siglo XXI, 2003)

domingo, 29 de abril de 2012

Dreyfus, fuck yeah!


Mizraim Bravo

El caso Dreyfus irrumpe en la historia para calcar en la frente las 7 p de Dante a través del purgatorio, la truculenta maquinación de los ejes del ejercito junto con la meditativa imaginación del general Du Paty quebrantaron  a Francia  dejándola al borde de una guerra civil. Un profundo amarillismo editorial con enarbolados ribetes antisemitas coronaron de amargas tangentes la sociedad francesa del siglo 19.
Alfred Dreyfus nunca esperó un reconocimiento de laureles de un vendado de ojos con una pesa en la mano, nunca cortó los troncos de la isla del diablo para aventurarse mar adentro y huir como un cobarde. Nunca fue declarado inocente y murió en  la completa apatía.
Zola y su yo acuso  anexa a los intelectuales funciones que de aquí en adelante serán  claves en la relación cultura-sociedad y pone de manifiesto la labor de un intelectual como una conciencia no conciencia de sí mismo ni su postura, es una inmediata reacción   vertical de la espalda y la tráquea erecta, es un todo articulatorio que alinea mi centro con el cerebro colectivo capaz de transparentar mi mano más que la ceniza y la Cahantun sin gas. 

Libertad


Andrea Órdenes

 Acostada se encontraba en su habitación entre melodías, humo de cigarrillo y paredes pálidas estaba Amanda, pequeña mujer adolescente de dieciocho años interesada  en lecturas de autores anárquicos. Leyendo con poca concentración un libro de Historia universal se afilian a su mente pensamientos continuos, turbios, desordenados, problemáticos y confusos se enroscaban en  su mente, cada minuto que pasaba del reloj más y más se volvía una evocación a lo vivido, perdida mirando el interior de las paredes se acuerda de claveles, claveles en su alma que la amenazaban y torturaban, claveles negros, recuerdos de claveles  que en uno de ellos representaba a Manuel, muchacho unos años mayor que ella, conocido y amigo de varios años, en el cual se convirtió en su fiel compañero, cómplice y amante, dueño de su castidad, pureza e inocencia, entre lágrimas perdidas vuelve a recordar su pequeña historia de tres años vividos junto a él, recuerda cuando era una niña, una quinceañera que encontró a un compañero, un compañero que se convirtió en su prioridad, Amanda se encontraba feliz, enamorada, asfixiada de cariño de él, llenaba su corazón de colores, la piel le afloraba olor a vainilla, a miel, a lo dulce, a lo fresco, imanaba felicidad, los ojos tenían ese brillo, ese brillo que difunde bienestar, tranquilidad, paz, con ese sentimiento inexplicable, un poco incontrolable de poder dejar de sentir, entre comidas, fiestas familiares y rencuentros  con demás gente se paso el  segundo año de unión, con el tiempo recorrido Manuel tuvo una alteración en su comportamiento  sus celos hacía toda persona empezó a encerrar a el pájaro libre que tenía Amanda en su alma, cortando de a pocos sus alas empezó a encerrarla en una jaulita, su amor enfermizo hizo llorar a el cielo, lo nublo, tapo el sol que hacía crecer las flores, se comenzaba a marchitar el jardín, de lo que era primavera se convertía en un paraíso que pasaba al infierno, el respeto se apresuraba a convertirse en recelo.
Manuel se centra en un joven que miraba a Amanda en un evento, le pregunta que ¿Quién era? Con desespero, con angustia, con enojo, con un tono de voz elevado, preguntaba  Que Por qué la miraba, Amanda no entendía la situación, la mente de Manuel se empezó a desesperar la sangre se hervía, los latidos del corazón se convertían casi en ataques cardiacos, su mirada demostraba ira, cólera, una irritación que demostraba en cada respiro que daba, en cada movimiento,  Amanda trata de calmar a Manuel, la situación se hace incontrolable lo detiene pero Manuel se dirige a él se produce una discusión, entre la ida de Manuel hacia el muchacho, ella se comienza a retirar del lugar nerviosa, apresurada, algo confusa, con miedo a las reacciones de su compañero. Manuel le comienza a gritar que no se marchara que se quedara para asumir una deslealtad de parte de ella que nunca cometió, una acusación de algo que no existía, pero Amanda prosigue en ida, mientras Manuel era detenido por una turba de gente que le pedía que se calmara se desesperaba buscando a Amanda que se perdía en el camino, Amanda logra salir del lugar el portero del evento le dice que se vaya rápido que él detendría a Manuel para que no saliera, que se apresurara, que se fuera, que desapareciera. Amanda se va, camina rápido en su mente se mezclaban pensamientos de decepción, sus manos sudaban, el corazón se le aceleraba de miedo, los ojos se cristalizaban cuando empieza a oír de lejos una voz de enojo, de poco respeto, Manuel pudo salir venía tras ella, venia a ella con su vista ciega, con su desquite, con su ira, con su enojo, con sus frustraciones todo para ella, Amanda se apresura por más que sus pasos la ayudaban con la velocidad, Manuel logra alcanzarla, pero los brazos de Amanda se convierten débiles para su defensa, sus fuerzas no son más que una desnutrición, siente y recuerda empujones, gritos, insultos y golpes, en ese momento Amanda queda inmóvil su mente borra todo lo exterior, no ve ya a la gente que había y miraba paralizada, no siente los autos ni la música del evento , solo se centra en la ciega mirada de él y se pregunta que con quien había estado todo ese tiempo, quien era ese hombre que dejaba de un color diferente sus brazos, pero en ese mismo instante Manuel le abrió las puertas de la jaula, le devolvió las alas a Amanda, y  logró cambiar su nombre por Libertad.

Esperanza perdida… si la ven, devolver al dueño


Marcela Álvarez

Solo recordaba que  había salido de su casa muy temprano y que había olvidado como regresar a su hogar.
                Mientras caminaba tratando de recordar donde estaba, ya que las calles no le eran familiares, anocheció. Tenía mucho miedo de no saber donde estaba, mientras que caminaba se encontró con un vagabundo de nombre Pedro, que en un comienzo le dio miedo, pero luego escuchó que el vagabundo la llamaba por su nombre –Esperanza, esperanza es lo que me falta, lo que necesito, cuando te perdí- Esperanza trato de reconocer al hombre, ya que pensó que podría ser su padre, preocupado por ella, pero luego se dio cuenta que no era, así que siguió caminando. Recorriendo las calles la niña escuchaba, que las personas la llamaban durmiendo, que su nombre era codiciado por muchos, pero buscado por pocos,  por lo que escuchaba, varios la habían perdido, se preguntaba cuantas personas la estarían buscando.
                De pronto Esperanza muy feliz reconoció el lugar donde estaba, ¡Que alegría! estaba llegando a su hogar, pero tenía que pasar por unos callejones que le daban miedo por su obscuridad y silencio que era llamado ´´El caudal``, nunca comprendió su nombre, pero hasta ese día  prefería no caminar sola por esa calle, pero era el momento tenía que avanzar sola,  observo el callejón y se dijo - vamos Esperanza tu puedes- Caminando comprendió que la vida era como aquel callejón oscuro, sabía lo que había antes sus ojos y lo que había atrás de ella, pero no sabía lo que había más adelante, lo que le preparaba el camino.
                Ansiosa por llegar a su casa pensó -¡Corre, corre, no pares!-. Cuando llegó  a su casa, su padre la abrazo con fuerza y Esperanza en un susurro le dijo – ¿Papá porque las personas me han perdido?-.            Y el papá le respondió, - Esperanza no te han perdido, solo, no recuerdan donde te dejaron la última vez, que no lograron algo, mi hijita, la esperanza es lo último que se pierde en esta vida. -Que  ironía- Le dijo Esperanza a su padre-. La esperanza es lo último que se pierde y yo me he perdido hoy-  y él le respondió- pero yo,  ya te recuperé-.

martes, 24 de abril de 2012

Contra las extrañas maneras que tiene la señora muerte de ferir a los hombres en su cara.

              Mizraim Bravo

A Oscar Mora                                           
  y su espalda que aún me duele.


Contra mi cara de marmita, de caballo de mar ambivalente, con el trébol tengo el iris marchito de tu  espalda vuelta lechuza, contra mi cara cóncava o peluca marina contra mi cactus de noche hasta la playa de mi dedo te matan a ti y yo soy  el que me muero. Con mi cara: diente amarillísimo perro atardeciendo, con mi pecho blanquecino, pañuelo de espadas contra la mitad de mi pelo y la nuca de mi alma  sácame la espina cristo amargo contra mi cara amortajada no hay ni puente de agua para los peces de mi cama, contra mi cara continente errado vendo la lengua por si llega por si quiere la parca esta casa sin murallas.

No crece fiera en la apatía y la carne se hace tierna carroza. Yo no espero que te levantes Lázaro y me levantes, no pienso en la secreta liga de los heraldos contra mi cara. 
Ya lo sabrá el árbol de la boca cuando el hueso coma su madre y el tallo proyecte la rosa, oh muerte de yeso muerde de mármol el hueco muerte fría con un sol adentro, he perdido la citara del medo  me dije mosaico Bizantino, he vuelto por el rio Federico nadie vio que eras príncipe en el agua, “Hay golpes en la vida, tan fuertes... ¡Yo no sé!”.

Bambino


Mizraim Bravo 

         Patricio….estrella, pato Yáñez, no, no, Patricio Allende era un profesor recién llegado de Roma, Italia (apenas asomó la barba nos mostró una foto donde él se hallaba tocando la guitarra detrás del  mismísimo Juan Pablo ll o J.P. como a él le gustaba llamarle).
         Había estudiado filosofía y teología en Roma y después de unas copas de grueso vino soltó que a su parecer la existencia de Dios era tremendamente cuestionable, bueno después de eso explicó una serie de tesis de Santo Tomas y sus respectivas antítesis y  lo que finalmente pensaba de su cruz  y que ya no quería ser un súper cura. La cosa fue que mis compañeros, que por lo demás siempre dije de nosotros que una piedra poseía mayor poder de concentración que todos nuestros cerebros  juntos, congeniamos de buena gana con “el cazuela”, de ahí  la caverna de Platón, Sócrates, los sofistas, la cicuta, Pericles, las bases del conocimiento occidental, un saber crítico y cíclico, un Partenón en el aula.
         La última vez que lo vi; iba directo al hospital después de un carrete con el curso. Hace poco un amigo me contó que el profe, había trabajado en un colegio privado (yo me imaginé inmediatamente al profe rodeado de las madonas de Botticelli) y también relató que lo habían despedido por tratar de sobrepasarse con esta piccolla tentatrice, basta decir que el profesor Patricio es un ejemplo a seguir y después de esta noticia un Filippo Lippi cualquiera.

Divina inspiración


Andrea Órdenes

Recuerdo que salí de segundo año medio en un colegio en el cual la moral era lo primordial y la religión también, me cambié de establecimiento porque quería un colegio humanista ya que quería entrar a estudios superiores, llegué a un colegio en el cual me tocó un ramo llamado “Realidad Nacional” y entra un señor a la sala cuya mirada era de dudas ante nosotros éramos pocos compañeros recuerdo, ya que nos dividíamos entre humanistas y científicos, el ramo era ligado totalmente a lado humanista, se paró frente a nosotros  y nos pregunta el por qué estábamos ahí, que si alguna vez nos preguntamos que era  la nada o el por qué existíamos, el por qué estábamos en este mundo, siempre me gusto más las letras que los números, pero recuerdo que ese profesor me dio ese empujoncito de inspiración al  querer saber más siempre , al ser más críticos y ver de un modo diferente el mundo.

martes, 17 de abril de 2012

Quitando el velo


Katherine Vidal

Los actos de valentía marcan etapas y lugares, la mayor parte de las películas forman parte de ella, hombres osados que dan la vida por su patria o por otros como él. Emile Zola muestra el mayor grado de esto, mostrando la verdad a quien no la sabía y a quien la había ocultado, se convirtió en la carta más abierta, dispuesto a ser llevado a tribunales, enfrentándose casi a la mayor autoridad del país por un hombre al cual quizás no conocía mucho. Se convirtió en el personaje más honesto del momento y buscó la mejor forma que tenía para expresar su sentimiento de injusticia que se había cometido con Dreyfus por personajes que decía defender su país y sus habitantes, más demostraron que solo ayudaban a los que los ayudaban y siempre al más débil lo sacrificarían más si existían formas de pensar y racismos de por medio.
Emile Zola, nos muestra un acto digno de imitar a juicio propio, de no callar la verdad aunque todos se encuentren en contra y más aún siempre dar el respeto que se merece cada persona independientemente si se encuentra en lo incorrecto.

El mejor actor


Katherine Vidal 

Al pronunciar el tan conocido saludo  “Buenos días queridas  alumnas” el salón de clases se convertía en un gran estudio de grabación y él en el mejor de los actores hasta debió recibir un premio Oscar por algunas de sus interpretaciones,  las palabras eran  sus  mejores aliadas adornaban el salón con diversos ambientes y recreaciones, cada contenido se transformaba en una caja de sorpresas para descubrir, él interpretaba cada contenido como si fuera la última vez que lo haría o más bien como si fuera la mayor oportunidad de su vida y de ello dependiera el todo de su carrera. En cada clase entregaba la llave, indicaciones correctas y claves para que se produjera el mayor aprendizaje de nuestra parte, su pasión por formar y ser intermediario entre lo que sabíamos y debíamos aprender fueron las bases de la magia que producía en el salón. 

La Casa


Katherine Vidal

Se cerraron sus labios omitiendo gran parte de lo que se debía hablar, comenzó a fingir sin que nadie lo notara, tal vez ya no había cariño a lo que se hacía o solo quizás comenzó a perder los detalles preocupándose en el futuro y no en el presente; las ideas y pensamientos lo dejaban más irresoluto de lo que estaba anteriormente sabía que había fallado, mas el tráfico mental no lo dejaba avanzar. Nadie hizo presión para que la infección saliera, nadie recetó antídoto para cortar el mal, y nadie deseaba ayudar a limpiar la casa que se había llenado de tierra por el descuido.
No se comprendió el derecho al fallo, al error, al desvío de la visión; la tormenta se alzaba y no tenía a nadie que lo cubriera justo en el momento que más lo necesita, en ese instante recordó como muchas de las veces corrió a prestar abrigo a quien lo necesitara, mas ahora que él lo anhelaba nadie se asomó a ver donde se encontraba, el amor del resto hacia aquel ahora corría por las calles sin respuesta, dejando pase libre a la venganza, el rencor y amargura, la murmuración tomó el control de sus labios, provocando que sus palabras se convirtieran en la espada mas afilada que podrían encontrar. Ya no hubo manos que ayudaran, solo existían en el mercado manos que señalaban como si jamás ellas hubieran descuidado la casa. El silencio comenzó a alojar en el lugar y todo sonido que llegó a sus oídos lo desechó pensando que todos eran melodías que desafinaban, sin embargo en un instante al transcurrir el tiempo a lo lejos se escuchó el sonido más afinado, más melódico y armónico; el error cometido se había levantado como gigante en frente sus ojos y solo su voz oía, pero de pronto la armonía perfecta llegó prestando la mejor cobija para pasar el frío que había producido la tormenta, para dar calor al frío, para dar visión a lo que se había convertido en ceguera.
Se levantó en silencio y guardó para sí el sonido más dulce, el cual se convirtió en el escudo de las murmuraciones que ya había quebrado algunos de los vidrios y paredes de la casa, comenzó a lavar, limpiar, barrer y sacar el polvo que había manchado el lugar, reparó la chimenea para que comenzará a dar calor al frío que lo inundó por cierto tiempo, comprendió que el invierno ya estaba pasando y se asomaba la primavera sobre sus días, vislumbró el error y comprendió que no debió pasar tantos días lejos de casa porque al más débil descuido la casa comenzaba a ensuciarse lo que provocaba la  acumulación de basura, la cual produjo la confusión que por tanto tiempo lo embargo. Recordó como la pereza llegó de sorpresa y se hizo pasar por su amiga sin dejar que él pudiera ver lo sucio que estaba y hurtándole las ganas de ser más, al pasar el tiempo la casa se convirtió en el hogar más deseable del lugar y los que se levantaron como gigantes de murmuración cayeron cuando ya no sus palabras no tenían a quien señalar.

martes, 10 de abril de 2012

Pablo de Rocka - Canto del Macho Anciano


Levanta el vuelo


 Maira Jaramillo


   Hay gente que se cruza en nuestros caminos para dejarnos marcados, algunos para bien y otros para mal. Hay quienes nos dejan lecciones de vida eternas, que nos servirán hasta nuestro último día de vida. Están aquellas personas que nos enseñan a amar, que nos enseñan a ser personas de verdad, a ser gente de bien, a ir por un buen camino siempre, a crecer con las cosas malas y a seguir siempre adelante. Es así como las personas más importantes después de la familia, son los profesores, sí, aquellos que pasan la mayoría de las horas con los alumnos en una sala de clase, compartiendo experiencia, entregando conocimientos, valores, alimentando a los pequeños día a día y formándolos para un futuro próximo.

   Tengo el gusto de poder decir que duramente mi enseñanza tuve dos grandes profesores de Lenguaje y Comunicación, quienes influyeron notablemente en mi decisión de estudiar esta hermosa carrera, como lo es la pedagogía en lengua castellana. Ellos sin darse cuenta, sin pensarlo, fueron formando en mi un pensamiento más allá de la razón, yo los veía llegar día a día, con una sonrisa en la cara, con unas energías únicas, que nunca había visto en otros profesores, llegaban con unas ganas de enseñar, y también de ayudarnos a construirnos a nosotros mismos. A partir de ellos comencé a cuestionarme qué habrá sido lo que los gatilló a ser profesores, a tal punto que un día me acerqué a mi profesora y le pregunté, ¿por qué razón estaba ahí?, siendo nuestra maestra, teniendo muchas responsabilidades en su espalda, cargando con niños con tantos problemas de aprendizaje y comportamiento, pasando muchas veces rabias y disgustos, teniendo que aceptar muchas veces faltas de respeto e insolencias, tragándose a veces criticas negativas y malos tratos de los demás colegas u autoridades, le pregunté por qué había decidido ser profesora. Y ella me respondió:
   “Porque no hay nada más hermoso que ver crecer a niños  transformándose en personas de bien, las responsabilidades nos hacen más grandes, son de grandes, y son desafíos personales, son de cada uno, son superables, un niño con problemas de aprendizaje es mi prueba más grande, ayudar a superarlo, a desarrollar sus habilidades, los niños no nacen sabiendo como comportarse, la familia y nosotros los ayudamos, las rabias y los disgustos no son nada al lado de los resultados que muchas veces logro ver, al lado del crecimiento de cada uno de ustedes. Puedo pasar malos momentos, tragarme malas palabras que muchas veces me dicen, pero lo hago por el amor hacía los alumnos, por el amor que ellos también me dan, hacen que me sienta viva, que me sienta útil, me hacen sentir que existo por una buena razón.”

   Fue ahí entonces que todo para mí cambió y vi esta carrera no como una carrera más simplemente, la vi como mi vida en un minuto, me imaginé una sala llena de niños, desordenados, tranquilos, llenos de ganas de aprender, otros con sueño, me imaginé una niña triste, también un niño que lo único que desea es leer, alumnos siguiendo letras, persiguiendo sueños, buscando el lenguaje, intentando comunicarse, tratando de vivir.  

Decisiones de Vida


Felipe Irigoyen

Yo estoy aquí, pero ¿Por qué? ¿Qué estoy haciendo? ¿Qué debo hacer? A donde sea que miro no logro ver nada más que odio, conflictos y repudio… Esto es algo sin sentido, vacío.
Esto no va cambiar nunca. Solo tendrá fin hasta que la vida decida terminar con ese inútil contrato que a todos nos obliga a firmar, sin excepciones. ¿Por qué? ¡Da igual! A nadie le importa y a nadie le importará. Solo sigamos mirándonos las caras con ese maldito puñal en mano. Así es humanidad, es tu triste realidad.
¡Estoy harto! Harto de verte. Harto  de escucharlos. De saber que es un vil papel el que maneja nuestras vidas… Esos golpes ¿Es su amor?... ¿Por qué están juntos? ¿Por qué perdieron su tiempo en un matrimonio? ¿Por qué son mentirosos consigo mismos?... ¿Para qué hacen que me ilusione con su idea de “pareja”? Todo es mentira, absolutamente todo.
¿Para qué?...
¿Por qué?...
 ¿Para qué sigo con esto? Estas mismas sensaciones negativas ¿De que servirán? ¿Para que me sigo encadenando? Detente…  escucha lo que piensas un segundo. Deja de escupir palabras sin sentido. Solo caes en la misma bazofia que tanto odias… incluso estás más bajo.
“¿Por qué?”… Qué  gracioso. Solo necesitaba un “para que”. Necesitaba un objetivo, un futuro, y no encerrarme en describir el hecho. Alojarme en el “para” y no en un “por” eterno y sin salida.
Mi “para que” será crecer. Separarme de toda esta suciedad que solo me ata. No ser más una simple piedra, que espera ser usada en una construcción maliciosa. ¿Para qué someterme a esta guerra que solo me consume? Gastaré mi fuerza en comprender y cambiar, no solo en entender.
Nadaré contra la corriente buscando esos “para que” en medio de la crisis y ahí actuaré. ¿Para qué? Para que esta gran masa gris llamada humanidad tenga forma y color. Para eso yo estoy aquí  y eso decidí creer. No detenerme solo a pensar que nuestra vida ya esta escrita por algo o alguien superior. Cambiaré a mi antojo el final de mi guión: mover las piezas de mi tablero de ajedrez con mucha cautela. Ya perdí varias con jugadas  inútiles y descuidadas.
Así percibo la vida. Un juego donde las oportunidades no se regalan, se persiguen. Donde nuestra partida se ve obstruida con nuestras propias piezas.
Esta  es mi vida, mi juego. Único. Especial. Tuve la suerte de que nunca hubo peones que estorbaron…
No… Solo miento. No puedo negar. Alguna vez los tuve, pero terminé por odiarlos y eliminarlos. Peones por los que en algún momento sentí aprecio y lo sigo sintiendo. Mis queridos peones, que sería de mí sin escoria tan simple como ustedes.
Esta es mi decisión, y para eso sé que estoy aquí, tal vez sea tu subconsciente, razonando. Firme ante la adversidad y esperando no ceder tan fácil. Yo, solo, no puedo lograr que este ideal tenga brillo propio. Y, que dices ¿estás conmigo?

Vida enlatada


Romina Pintos

Contra todos los importadores de conciencia enlatada.
La existencia palpable de la vida
Manifiesto Antropófago, Oswald de Andrade 


         Corrompida por las mentiras que en la tele promulgan. Abastecimiento vacío de la sociedad que nos obliga a ser lo que ella quiere, caminando por el sendero que más conviene a los ricos. Un movimiento social que no existe y un intento fallido de Democracia. Dicen que las cosas se hacen “así” o “asá” y tenemos que hacer caso, “es lo correcto” “es el bien”, se escucha al unísono en las calles desiertas de una ciudad en decadencia. Yo me pregunto ¿Qué es bueno? ¿Qué es malo?, nadie responde, porque es tan subjetiva la respuesta como objetiva la vida que vivimos, de la nada alguien grita “Dios es bueno”, entonces pregunto ¿Quién es Dios?, nuevamente todo calla y ya no hay respuesta.
            Frente a un sinfín de preguntas, que nos hacemos en el día a día, está nuestro sentir, nuestras ganas de tener una existencia que nos diga algo más que “morirás y no quedará de ti más que el polvo”, están las ansias de vivir algo más que un momento efímero, algo que nos haga apreciar la libertad que escasamente tenemos, y dé cuenta que no concebimos una existencia enlatada en un cuerpo que brevemente nos deja caminar, que después de un corto lapso de tiempo nos invita a perecer en el mismo anonimato en el que nacimos.
            Existencialismo, puro e innato, algo que va con el ser humano que lo hace notar a medida que vamos creciendo, que nos vamos conociendo unos a otros. Una profunda conciencia del «yo» que nos vuelve egoístas, ególatras.
             Al final no tenemos más que una «Vida enlatada».

Egoísmo


Claudia Gómez

Metro de Santiago, dirección Tobalaba. Todos en silencio, parecen dormidos, desganados, sin brillo en sus ojos, algunos duermen -o eso parece- otros discuten por un empujón o un simple roce de manos casual, se escucha a un bebe llorar y pareciera que olvidan que fueron bebes también, que lloraron y que gritaron, lo miran y comienzan a inquietarse, parece que fuera la peor desgracia que les podría pasar. Lo olvidan. La madre inquieta intenta consolarlo. Se dio cuenta. Hay también una anciana, todos los sentados duermen, están cansados ¡claro! Un “hombre” de mala gana se levanta y sede su lugar –¿pensó en el qué dirán?- olvidan también que ellos fueron amados y criados por sus abuelos y que en unos años más serán igual que ellos. Lo olvidan.
¿Qué pensarán? ¿Pensamos que todos somos parte de nosotros?
Ver sus rostros, se preguntaran si apagaron el calefón en la mañana antes de salir, cerraron la puerta con llave, miraron a sus seres queridos antes de partir… Todos tenemos las mismas preguntas y las mismas preocupaciones, entonces ¿Por qué somos tan indiferentes? ¿Solo un desastre a nivel de país o la Teletón nos une? Qué cinismo.  Cuando en una instancia tan cotidiana somos como ogros con cualesquiera que nos mire.
Estación Baquedano, combinación San Pablo, se abren las puertas. Deje bajar antes de subir. Todos se amontonan para salir ¿Permiso? Gente en el andén espera su turno para subir ¿Qué pasa? Dos hombres pelean, empujones, reclamos, palabreos para allá y para acá, no se puede creer que casi se golpean ¿Disculpe? Nada.
Caminan hacia la combinación, casi por inercia, parecen un ganado, todos en la misma dirección, apretados. Siguen a la mayoría. Llegan al antes y los mismo gestos de nuevo.
¿Cuándo terminarán respetándose? Parecen tan diferentes, pero no se dan cuenta que hay factores que nos unen: ese cansancio, mal genio, aburrimiento y desganas nos hace iguales. Perno no, siempre somos ¡Yo!

Vomitando mí ser


Francisca Peña

Escribo en la soledad de mi cuarto, en donde siento gritos desgarradores de mi cuerpo, gritos que piden ayudan con un clamor doloroso y que provocan en mí, terror. ¿Mi cuerpo? ¡Sí! Es mi cuerpo, no es de los astros y menos de mis padres, soy yo quien decide sobre él. Como pedir ayuda a esos seres que aún escucho, sus voces y sus risas que cada día me atormentan y ayudan a que mi flébil dolor crezca.
Pido auxilio pero solo yo me escucho y el consuelo que necesito de aquellos seres que dicen quererme lo encuentro en la comida, en los festines que me doy para provocar el olvido. Pero mi saciedad no dura, pronto mi abulia decae, haciéndome vulnerable ante la mirada de mi eterno acompañante: “el espejo”. Si este es el amigo que jamás me ha abandonado, el que me muestra mis virtudes y más que nada todos mis defectos, ¡sí! Esos defectos que me ponen contra mi cuerpo, que provocan odio, repugnancia y miles de sentimientos que hacen odiarme.
Junto a la distorsión de mi cuerpo reflejada en aquel objeto que provoca en mí una repugnancia que nadie puede imaginar. Luego de que aquella imagen que me avizora, aparece aquella sensación de asco advirtiéndome lo que sigue. Mi esencia comienza a escapar por mi boca, alejándose de mi ser para no atormentar, junto a mi esencia sale mi inocencia, mi niñez, mi pureza y por sobre todo lo demás, el amor por mí 
Pero sé que de esta forma seré aceptada. Para mi tranquilidad queda que no tengo necesidad de ocultar esta despreciable enfermedad, porque a la vista de los otros soy invisible, soy solo yo y ella; quien nunca me abandonará por mucho que quiera.
Solo espero que mí corazón mande pronto una señal a mi cerebro, haciéndole entender que esto que provoco en mí está mal, no solo para ayudarme a mí sino a las otras personitas que pasan por lo mismo que yo, y para que la sociedad de una vez entienda que los modelos a seguir que tienen para la juventud están mal.
Nadie puede entender el sufrimiento de una enfermedad que jamás en la vida te dejará, que por siempre estará atormentándote. Que lo que te dicen las personas que te rodean te dañan, por mucho que no quieras escucharlas las tomas en cuenta sin que tengan una razón de fondo.
Hoy estoy bien, pero en mis momentos de soledad, en que mi sensibilidad está en su máximo punto vuelvo a caer, vuelvo a dudar de mis capacidades y de belleza femenina, vuelvo a escuchar los gritos de mi cuerpo que me dicen que ya no coma más, vuelvo a abrir el refrigerador mil veces al día solo para ver que hay en él sin comer nada, vuelvo a mirarme en aquel amigo que me muestra mis defectos y veo con atención cada uno de ellos, vuelvo a sentir la sensación de saciedad cuando como solo una galleta, y por último vuelvo a sentir la sensación de que mi ser escapa por mi boca.
¿Cómo superar esto si la sociedad me está recalcando a cada instante que por mi aspecto soy aceptada?

La acusación de Dreyfus, la mentira que oscureció la Francia del siglo XIX



«Yo acuso; Émile Zola»
Romina Pintos

         Presentar una acusación, en la época en la que se ha escrito, no es fácil, menos exponer de manera tan clara lo turbio que hay dentro de un sistema con tanto poder como lo fue el Ministerio de Guerra, dejar a simple vista de la autoridad máxima las mentiras y la suciedad de su propio magistrado, no es, de hecho, posible hacer; a menos que tuviese  pleno conocimiento de lo que ocurre.
            Contra todo lo que pudiese ocurrir, Émile Zola dejó clara la situación, plenamente consciente que podría ser acusado de traición y conspiración (así lo dejó plasmado en la carta), y ésta se la dejó nada más y nada menos que al presidente de la época.
            En cuanto a la lectura generalizada, creo necesaria una leída complementaria que nos permita comprender mejor el contexto bajo el cual se desarrollaron los acontecimientos planteados, implícita y explícitamente, en el texto. Por lo demás, la carta tiene una presentación impecable, utilizando las palabras adecuadas para la entidad a la que está dirigida, mencionando claramente el fin de tal escrito.
            Resulta bastante fácil comprender que tras las palabras de quien escribió la carta, se desata un hilo revolucionario y hambriento de verdades. Así mismo es posible dar cuenta de la situación que estaría viviendo Francia.
            Podría irme más allá de la carta y empezar a criticar la corrupción que se vivía en Francia, pero no creo que pueda venir al caso; en todo asunto y en pocas palabras, según  mi manera de verlo, es un texto corto pero con gran contenido histórico que no puede faltar en la colección de cualquier amante de la historia y la literatura.

Humana Aventura

Vittorio Valletta


La antropofagia propone una revisión histórica y lingüística que reafirma la cultura brasilera. Se restituye mediante el discurso antropófago una práctica, una tradición previa a la conquista europea, estableciendo una polémica en torno al origen, a los vestigios de una cultura anterior a la del conquistador; porque como escribe el autor del manifiesto: “Antes de que los portugueses descubrieran al Brasil, Brasil había descubierto la felicidad”.
 Esto, no implica un sometimiento alguno ni trae aparejada la esclavitud, sino una actitud transcultural. El término transculturación se generó en el terreno de la antropología a partir del año 1940; el concepto lo ideó Fernando Ortiz en contrapunteo cubano del tabaco y el azúcar con el fin de clasificar el estudio del contacto cultural entre grupos socioculturales diferentes. Ortiz propuso la adopción de este término para remplazar los conceptos de aculturación y desculturación que describían la transferencia de cultura realizada de una manera reduccionista, imaginada desde la matriz de los intereses de la metrópoli Se puede decir que el objetivo primordial del manifiesto antropófago es el de empalmar la experiencia cotidiana brasileña con una tradición heredada. Ahora bien, el problema, está en cómo lograrlo sin exigir la eliminación del otro; cómo poseer una actitud crítica y superadora con respecto a la cultura extranjera, pero sin desecharla de raíz, completamente.
La posibilidad estaría entonces en continuar la búsqueda de lo auténtico frente a lo importado sin negar a este último; mirar más allá de los límites del Brasil de manera antropofágica, es decir, apropiándose de lo extranjero sin erradicarlo. La actitud debe ser otra, se debe absorber la cultura del enemigo pero para transformarla, con el fin de conseguir una síntesis superadora. En pocas palabras: devorar al otro para lograr para transformarlo en tótem. Una aventura humana.

lunes, 9 de abril de 2012

El dorado de Roma

Francisco Jiménez


Existen muchas leyendas acerca del dorado, se dice que en cierto lugar del planeta se esconde una verdad que poco a poco será revelada, pero esta no es leyenda, pues es una realidad neta y muy aberrante, por así decirlo, principalmente de un lugar en especial; la cuna de una de las mayores religiones del mundo, el Vaticano, que quizás sea esta la verdadera leyenda jamás encontrada del dorado.
En el estado del Vaticano, actual seno de la religión católica, existe una enormidad de elementos que fueron forjados completamente de oro, ya sea báculos, anillos, copas e incluso un gran sillón de varias toneladas de oro puro, que son utilizados simplemente para lucir de mejor forma, sabiendo que los mismos ministros de este estado son quienes se encargan de dar cátedra a las demás personas de no ser codiciosos, y también de predicar el evangelio, hacer que los devotos cumplan los mandamientos y por sobre todo servir, es en este caso donde entra un tema de gran contingencia mundial: la desigualdad social.
En el continente africano es donde la gente más sufre por la desigualdad, mientras que en ciertos territorios, sobre todo en el mencionado anteriormente, gozan de lujos y ciertas comodidades, que los africanos darían la vida para que las generaciones futuras no pasen por lo que están pasando ahora. Con todos los objetos de oro que están ubicados en el Vaticano se puede terminar completamente con el hambre de los africanos, más aún, solo con el fabuloso trono de oro del Papa estaría solucionada la pobreza de los países del continente afectado. Es por esto que el dorado ya no sería una leyenda ni un mito, sino que la más cruda realidad actual.
El camino hacia el dorado se ha descifrado al fin, es desde África hasta Roma, precisamente en el Vaticano, es por esto que no solo con sermones terminarán con el hambre, hay que hacer acciones concretas y despojarse de lo innecesario de una vez por todas y no hacer acciones vanas.
Como bien dice Nietzsche en una de sus tantas citas, “La iglesia es la máxima imaginable de todas las corrupciones”. Esta cita demuestra la verdadera historia que se está dando a conocer sigilosamente y que terminará para el bien de todos y no para el bien de solo unos pocos y su incondicional comodidad de todos los días, contrastada por la dureza de la pobreza que le ha tocado vivir a mucha gente de África y de otros lugares del mundo.

A la capital

Daniela Pérez


Nos vamos como los ríos al mar.
Salimos del cascarón con lágrimas en los ojos,
buscando el sueño perdido entre la tierra fértil.
La puerta angosta se nos abre para entrar,
al camino ancho donde no sabes si volverás.

Antes de marchar el cielo se viste de luto,
la ansiedad y el miedo hablan a escondidas,
y las flores al son del viento nos dicen adiós.
Las nubes no se contienen y lloran, y un
lóbrego silencio nos cierra la boca.

Existe una esperanza de un futuro prometedor
al extremo donde se respira azufre y se
camina entre  llamas consumidoras,
el cielo acá no viste de luto, viste de gala
corbata de ceda pero zapatos sucios.

La rutina canta feliz por las calles, hasta que
el interés y la vergüenza nos miran y la callan.
Se dan cuenta que no somos iguales, se dan
cuenta que emanamos el aire del campo.
En el aire flota un insoportable olor de recuerdos

A duras penas sobrevivimos en la película de
nuestras vidas, jugando con el dado del destino.
Pero así nos vamos, así me fui…
Y en el pueblo de San Vicente de Tagua Tagua.
A florecido una cala negra en mi jardín.


PIPIROOM

Jannis Navarro



En el baño ocurren situaciones varias que muchas veces solo quedan en esas cuatro paredes, el baño sirve de encuentro, como salón de belleza, como hospital y muchas veces como confesionario.¿Cuántas veces no hemos llegado a conclusiones que quizás podrían salvar al mundo completo? Pero, por el simple hecho de estar solos y sin una grabadora en mano todos nuestros  pensamientos se van al mismo lugar por donde se inicia nuestro motivo de entrar, y obviamente para las necesidades básicas. En conclusión el baño es algo fundamental para nuestras vidas y eso fue exactamente lo que le pasó a Matilde, cierto día sintió esa necesidad profunda de aliviar su alma, pero lamentablemente en el sitio que se encontraba, el baño más próximo estaba a bastantes cuadras. Mientras Matilde maldecía con todo su corazón aquel “activia” y galletitas de fibra que había tomado en la mañana y de paso pensaba cual era el mejor medio para llegar más rápido al baño, se le acercó una viejita con yeso en su muñeca y le preguntó si la podía llevar a la esquina de Water Martinez con Toballa, Matilde sabía exactamente donde quedaba el lugar pero quedaba al otro lado de donde se encontraba el baño, al final su buena voluntad y la cara de la viejita que se veía bastante preocupada, dejaron de lado sus ganas y como buena mujer se dijo así mismo ¡Me Aguanto!
Durante el viaje a Matilde le llamó la atención que la bolsa que llevaba la viejita tenía estampado la figura de un papel higiénico lo que la hizo recordar aun más sus deseos, pasaban los minutos, las calles y en un acto de olvidar aquella necesidad, comenzó hablar con la viejita que durante todo el camino se mantuvo bastante callada. Le preguntó que por qué motivo se dirigía hacia allá, a lo que la viejita le respondió, que iba a dejarle un regalo a su hijo, el cual hoy inauguraba su nuevo trabajo y ella quería estar presente en ese nuevo proyecto, además de verlo ya que ella era del sur y por motivos de enfermedad hace tiempo que no compartía con él.Cuando por fin llegaron al lugar Matilde se fijó que claramente se trataba de una inauguración ya que habían promotoras, globos y un gran banquete, también se encontraban señores muy bien vestidos y mujeres muy elegantes, la viejita por su parte se mostró bastante emocionada y apretó fuertemente el brazo de Matilde cuando vio a su hijo en la recepción del lugar. La viejita invitó a Matilde a pasar y presentar a la mujer que la había acompañado hasta a ahí, pero Matilde se resistió y dijo que tenía que ir urgentemente a otro sitio, a lo que la viejita insistió y colocando una carita similar a la del gatito de Shrek nuevamente Matilde no se pudo negar.Cuando entraban los guardias del lugar pidieron la identificación de ambas, pero como ninguna contaba con la tarjeta de invitación que se requería, los guardias comenzaron a sacarlas sin preguntar quienes eran y porque estaban allí. Matilde muy enojada les gritaba que la viejita era la madre del dueño, se armó una batahola tan grande que nadie del lugar quedó indiferente, a lo que salió el hijo de la viejita a ver lo que ocurría y se dio cuenta que la que estaba metida en el lío era nada más ni nada menos que su madre, a lo que grito con gran enojo ¡Suéltela es mi madre! Y los guardias muy sorprendidos y avergonzados pidieron las disculpas y regresaron a su lugar de trabajo. El hijo de la viejita abrazó a su madre con mucha alegría y le preguntó quién era la jovencita que la acompañaba, a lo que la viejita le contó toda la historia, él muy agradecido le ofreció a Matilde que pasará a la recepción y tomará alguna cosa, a esas alturas lo último que no quería Matilde era tomar algo y ella se negó y al igual que su madre, el hijo insistió y Matilde una vez más no se pudo negar.Al llegar al coctel Matilde se dio cuenta que la empresa que abriría próximamente el hijo de la viejita era sobre baños y productos de decoración de estos a lo que sonrió pensando en las ironías que tiene la vida, dio un vistazo al lugar, al final del salón una puerta se iluminó ante sus ojos y una emoción se apoderó de su cuerpo, ahí  se ubicaba lo que ella había requerido durante todo el viaje, un baño.