Jannis Navarro
Cada
vez que se roba, hay algo que queda sin nada, cada vez que se impone, hay algo
que queda sin nada… Solo algunos frente a un acto “revolucionario” conserva lo preciado, pero la mayoría cae
bajo la aplastante estampida cultural, antes de ser descubierta nosotros
habíamos logrado la felicidad, antes de revelar su existencia, nuestras
consciencias ya sabían lo que es amar – a nuestro modo- pero sabían amar,
erróneamente nos llaman salvajes, se nos escupe y menosprecia lo más preciado
para nosotros que es la tierra, esa tierra que es fruto de un esfuerzo, esa
tierra que nos convirtió en una comunidad con ideales, costumbres y lo más importante que los vió
nacer. Ustedes no son nada más que visitantes ¿Qué hacen aquí? ¿De qué me están
hablando, no entiendo tus palabras? ¿Por qué nos maltratan? Si hace diez
minutos te deje beber de mis aguas, te di comer de mis frutos. No me hables de
tus tierras y de cómo son, yo tengo la mía. ¿Qué Dios es ese? A mí la naturaleza me mueve ¿Por qué abusas
de mi mujer? Si tú mismo has dicho que es basura…
¡No dejaré que tú invadas lo mío aléjate y no
vuelvas! Que ni cien caballos adornados, permitirán que mi espíritu caiga ante
tu arrogante ignorancia.
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