A Oscar Mora
y
su espalda que aún me duele.
Contra mi cara de
marmita, de caballo de mar ambivalente, con el trébol tengo el iris marchito de
tu espalda vuelta lechuza, contra mi
cara cóncava o peluca marina contra mi cactus de noche hasta la playa de mi
dedo te matan a ti y yo soy el que me
muero. Con mi cara: diente amarillísimo perro atardeciendo, con mi pecho blanquecino,
pañuelo de espadas contra la mitad de mi pelo y la nuca de mi alma sácame la espina cristo amargo contra mi cara
amortajada no hay ni puente de agua para los peces de mi cama, contra mi cara
continente errado vendo la lengua por si llega por si quiere la parca esta casa
sin murallas.
No crece fiera en
la apatía y la carne se hace tierna carroza. Yo no espero que te levantes
Lázaro y me levantes, no pienso en la secreta liga de los heraldos contra mi
cara.
Ya lo sabrá el árbol de la boca cuando el hueso coma su madre y el tallo
proyecte la rosa, oh muerte de yeso muerde de mármol el hueco muerte fría con
un sol adentro, he perdido la citara del medo
me dije mosaico Bizantino, he vuelto por el rio Federico nadie vio que
eras príncipe en el agua, “Hay golpes en la vida, tan fuertes... ¡Yo no sé!”.
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