Signos Bifrontes

Dice Rama, Las ciudades despliegan suntuosamente un lenguaje mediante dos redes diferentes y superpuestas: la física que el visitante común recorre hasta perderse en su multiplicidad y fragmentación, y la simbólica que la ordena y la interpreta, aunque solo para aquellos espíritus afines capaces de leer como significaciones los que no son nada más que significantes sensibles para los demás, y merced a esa lectura reconstruir su orden. Hay un laberinto de las calles y un laberinto de los signos. En ambos sentidos la ciudad desarrolla -y reproduce- una gramática: "toda ciudad puede parecernos un discurso que articula plurales signos-bifrontes de acuerdo a leyes que evocan las gramaticales".



(Ángel Rama, La Ciudad Letrada, Ed. Siglo XXI, 2003)

jueves, 21 de junio de 2012


Claudia Gomez

Ellas en su tiempo libre, podían oler las rosas

Miles de rosas en un campo de miedo y dolor, en una oscuridad de ilusión, de esperanzas –no, nunca pérdidas- con mujeres de rosa o rosas con nombre y apellido, con vida.
¡Por lo menos respiraban armonía!
Siguen su día, llegan a su hogar de dos por dos, junto a su nueva familia, tan unida que casi, casi pueden tocar sus narices, ¿Para qué abrigarse, si tienen este calor familiar? 

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